Movimiento y Motilidad Ocular

El mundo en el que vivimos no para. No es estático. Hasta la propia tierra esta en continuo movimiento. Sin embargo, no siempre somos capaces de percibir que algo se mueve, es lo que se conoce como umbral de movimiento, cuando algo se mueve demasiado despacio o demasiado deprisa, no somos capaces de notar que se mueve, por ejemplo la luna, no, no esta quieta, esta en continuo movimiento pero por debajo de nuestro umbral y por ello nos parece que está estática.

Hay unas células en el cerebro que se encargan de ver el movimiento, pensar en lo importante que es ser capaz de verlo cuando tenemos unas trabajadoras tan eficientes (aunque con limitaciones) que se encargan únicamente de esto.

Actúa como un radar, cuando vamos corriendo o se acercan ellos, el tamaño de los objetos en nuestra retina aumenta según nos acercamos a ellos y así podemos esquivarlos. Es un radar bastante exacto pero no perfecto.

¿Lo que vemos es la realidad? ¿o es nuestra realidad? ¿tan fiables son nuestros sentidos cuando al pasar muy rápido unas fotografías consecutivas nos da la sensación de movimiento?

Pero para ver en movimiento necesitamos una habilidad que lo acompaña siempre, la motilidad ocular. Es la capacidad de mover los ojos para llevar a fóvea el objeto de interés. La fóvea es el centro de la retina, la zona de mejor visión.

Pero también es muy importante ser capaz de integrar la información que vemos con la fóvea con la que vemos con el resto de la retina, cuando queremos cambiar la mirada de un punto a otro de manera rápida, debemos saber en qué punto del espacio se encuentra dicho objeto. Esto es lo que se conoce como integración centro periferia. Sí, yo soy consciente de lo que estoy mirando pero también de lo que le rodea y es lo que nos permite movernos de forma segura por el mundo, es muy importante para la lectura y también para los deportes. Hay gente mas central, gente mas periférica... y ¿sabéis que? ¡Parece que esta relacionado hasta con la personalidad!

Pero volviendo a la motilidad ocular; los movimientos son de dos tipos:

- Los seguimientos son la habilidad de seguir un objeto en movimiento, por ejemplo una pelota atravesando el campo.

- Los sacádicos son movimientos de salto entre dos objetos, la capacidad de cambiar el foco de interés de uno a otro. ¿Os acordáis del centro periferia?

Ambos movimientos deben ser precisos, exactos y estar integrados, es decir, deben ser automáticos y no costar esfuerzo, ya, que si no, consumen esfuerzos de nuestro cerebro y pueden afectar a nuestro rendimiento.

Cuando los movimientos de salto son mas cortos de lo que deberían se llaman hipométricos y debemos realizar una refijacion tras el primer movimiento.

Si son mas largos de lo que deberían, se llaman hipermétricos. La combinación de ambos tipos es lo que permite realizar actividades tan complicadas como la lectura.

Saltarse lineas, palabras pequeñas, invertir el orden de las letras, problemas con la lectura comprensiva, deportes, fatiga, mala letra... hay tantos síntomas que puede dar un incorrecto desarrollo de la motilidad ocular.

Por ello es tan importante evaluarla acorde a la edad del individuo con test específicos como el DEM y si hay cualquier problema planificar un programa de terapia visual para solucionarlo.

Nuestro mundo no es estático y nosotros tampoco. Siempre podemos cambiar.