¡Quizás padezcas de sensibilidad al movimiento visual!
Un supermercado puede ser la peor pesadilla para alguien que padece de, lo que es conocido como, sensibilidad al movimiento visual. Estas personas con mucha frecuencia experimentan síntomas de desorientación en ambientes visualmente concurridos o en situaciones con objetos en movimientos. Muchas personas dicen padecer vértigo visual o malestar al espacio.
Los supermercados, grandes multitudes u objetos observados con visión lateral o por periferia pueden causar una angustia significativa (mareo, náusea, o hasta desorientación) en personas con sensibilidad al espacio y al movimiento.
Puede estar causado por problemas en el sistema vestibular, el encargado de procesar la información sensorial relacionada con el control del equilibrio y el movimiento ocular.
¿Alguna vez os ha comentado alguien lo difícil que le resulta adaptarse a su nueva gafa? Pues bien, algo que para muchos es sencillo, para algunas personas es una odisea ya que presentan una incapacidad para acostumbrarse de forma efectiva al movimiento que las lentes les están produciendo y este síndrome puede estar relacionado.
Porque ponerse una lente induce en nosotros un efecto prismático. Y me preguntareis, ¿qué es eso del efecto prismático? Pues bien, una lente no sólo nos hace ver mejor, cambia el tamaño de las imágenes y también la localización de las mismas y no todo el mundo tiene la capacidad de adaptarse a esta nueva situación de forma espontánea. Algunos necesitan unas horas, otros dias y algunos hasta un mes. Quizá esas personas que tachábamos como “quejicas” no lo eran tanto, simplemente tienen un problema que por desgracia es muy desconocido. Quizás esa persona necesite un plan personalizado de adaptación a la gafa.
Imaginar que sintierais que los objetos se mueven a pesar de estar quietos, como en la imagen de arriba, ¿creéis que seria cómodo para vosotros?¿Os gustaría ir conduciendo, andando por un lugar concurrido con esa sensación?¿Os sentiríais seguros? Imaginar que ver un objeto que se mueve os provocase un sensación desagradable, ¿Os gustaría ir a un centro comercial o a un concierto?
Hay varios grados de esta alteración y pueden ir desde no poder moverse de la cama en casos muy graves hasta leves molestias cuando observamos objetos en movimiento. Y no solo afecta a los adultos, los niños puede que no toleren el jugar en el recreo y ambientes concurridos, o se pueden quejar de que se sienten mal del estómago cuando van en el coche. Los niños más pequeños puede que no se “quejen” pero eviten actividades, parezcan “irritados” o parezcan demasiado torpes.
Este problema suele ser más común tras una contusión o daño cerebral, pero no siempre.
Lo bueno, es que con un plan de tratamiento y habituación progresiva, éstos síntomas pueden ser solucionados con el trabajo de varios profesionales. Ya sabéis que a nosotros no nos gustan los problemas sin solución, nos gusta detectarlos y solucionarlos.
Y ¿sabéis qué? Este tipo de problemas no se miran en cualquier sitio, sólo en centros especializados con profesional formado como en Sin Limites. Por ello si padeces de estos síntomas o conoces a alguien que pueda padecerlos no dudes en pedirnos cita para una consulta, buscaremos la causa y propondremos una solución.
La calidad de vida es lo primero, no permitas que un problema visual marque donde está tu límite.