Nunca es tarde para mejorar, para aprender, para eliminar una limitación de tu vida.
A veces tendemos a conformarnos con lo que tenemos, asumimos que una mejora no es posible, ya con esta edad... ¿qué le voy a hacer? Pero hoy en día vivimos muchos años, y la calidad de vida cobra una gran importancia.
¿Merece la pena invertir en vivir mejor? ¿en ser más feliz? ¿en poder hacer aquello que siempre hemos soñado?
Yo creo que sí.
En Sin Limites tenemos pacientes de todas las edades, desde los más peques hasta los más mayores y todos con esfuerzo y ganas logran grandes cambios.
Hoy os vengo a contar un caso, un caso de SENA, sistema de estimulación auditiva que utilizamos. Ya os hemos hablado de el en otras ocasiones, mediante un sistema de filtrado de frecuencias, SENA, es capaz de mejorar multitud de habilidades como son la tolerancia al sonido, mejora de atención, lacto-escritura, reconocimiento de palabras en entornos ruidosos, aumento memoria, comprensión lectora, velocidad lectora, localización de sonidos... etc
¿Y a qué edad es posible mejorar mediante este programa? A CUALQUIERA.
Sí sí, esto no es solo para niños, es más, multitud de adultos que quieren mejorar en idiomas (si, SENA también ayuda con el aprendizaje de idiomas pero eso lo dejamos para otro blog), en música o incluso en deportes hacen uso de él.
Pero el caso del que os vengo a hablar hoy es un poco distinto, el paciente al que llamaremos C. para respetar su anonimato acudió a nosotros por un problema de comprensión, debido a su trabajo y a la exposición a sonidos fuertes. C. padece una hipoacusia neurosensorial, es decir, su oído está sano pero su cerebro no procesa de forma correcta la información. El paciente no puede usar audífonos ya que presentaba perdidas en unas frecuencias en concreto y le eran muy incómodos. Llevaba muchos años así y donde más problemas notaba era en entornos ruidosos, le era casi imposible seguir las conversaciones.
Además, sus familiares nos contaron que cuando un sonido estaba a un volumen normal, él "protestaba" por lo fuerte que estaba, sin embargo otras veces subía mucho el volumen para otras cosas, era muy difícil encontrar el "término medio".
Otro de los síntomas que nos cuenta C. es que le costaba reconocer los distintos tipos de voz durante una conversación. C. podría haber vivido así toda su vida, pero no quería y se decidió a buscar una solución a su 50 años La audiometría inicial era así:
Muchos no sabréis como interpretarla pero os la traduzco: una audiometría correcta se situaría en linea más o menos recta y con ambos oídos igualados. Ademas no tendría tantas bajadas entre las distintas frecuencias, es verdad que con la edad no oímos igual y vamos perdiendo pero aun así, C. es muy joven para presentar esta pérdida.
Le planteamos la opción de realizar SENA, explicándole los beneficios que podría notar y se decidió a realizarlo. Os mostramos la audiometría final tras 10 sesiones con SENA.
Como se puede ver, la audiometría ha cambiado, es más lineal y ha disminuido el numero de decibelios que debe tener un sonido para que C. Lo oiga. Antes, en el oído derecho tenia un promedio de 20 ahora mismo es de 14 y en el izquierdo presentaba un promedio de 27, ¡actualmente de 19!.
El cambio es bastante notable, pero no solo eso C. nos dice que ha notado mucha mejora en el reconocimiento de voces, en poder seguir una conversación en entornos ruidosos y en la atención.
Yo, como profesional, he notado que a nivel de equilibrio también ha mejorado mucho, así como en calidad lectora, hasta sus ojos se mueven mejor.
Su calidad de vida ha aumentado y está muy contento con el tratamiento.
¿Cuál es nuestra conclusión? Nunca os rindáis, nunca digáis que es tarde. Merece la pena vivir el cambio.
SENA no es solo cosa de niños…
¿Os atrevéis a derribar vuestros límites con SENA?